Cooperación
El 15 de marzo del 2011 comenzó la guerra en Siria. Tras ocho años de guerra más de 6 millones de refugiados han abandonado su país. Turquía, país fronterizo, acoge cerca de 4 millones de refugiados.
Los jabones de Letizia Buzon están elaborados en la frontera turco-siria por refugiados desplazados por la guerra.
Todos ellos conservan el conocimiento de la fabricación del jabón más antiguo del mundo, dotado de las mejores propiedades dermatológicas para el cuidado de la piel.
Por el clima de la zona de Levant, triángulo regional de Gaziantep, Hatay y Alepo, ha sido posible desarrollar el Jabón de Alepo en idénticas condiciones y propiedades, con un 40% de Aceite de Laurel, la proporción más elevada para el cuidado óptimo de la piel.
El sueño de Letizia Buzon es devolver a los refugiados sirios (personas que se han visto obligadas a abandonar su país), la ilusión a través del éxito de su trabajo y a recuperar el aroma de su tierra, el aroma del Jabón de Alepo.
Trabajan tanto con hombres como mujeres, siendo este último colectivo su máxima inspiración. Ayudando a su incorporación social en el país de acogida, manteniendo viva esta tradición ancestral. La importancia de la contratación de un trabajador se extiende a la superviviencia de su familia.
Bárbara (propietario verificado) –
La pastilla es enorme y he tenido que contarla por la mitad, quizás un formato más pequeño sería más manejable. Tiene el típico olor de jabón natural que me encanta, pero reconozco que no es apto para todos los gustos. Lo recomendaría para pieles atópicas y sensibles a químicos artificiales.
Nadia (propietario verificado) –
Me lo recomendaron para la psoriasis y por ahora genial, se nota el efecto del aceite de laurel en la piel. Lo recomiendo como tratamiento complementario.
Raquel (propietario verificado) –
deja bastante suave la piel ,ademas dura muchisimo
Sergio (propietario verificado) –
Buen producto. Recomendable