Propiedades y beneficios
La manteca de Karité es conocida por su potente efecto hidratante y emolinete, que unido a sus propiedades anti-inflamatorias y calmantes, proporciona una protección óptima para el cuidado de la piel.
Obtención
Aceite exprimido mediante 1º presión en frío de las nueces del árbol de karité: Butyrospermum parkii. SIN tratamientos químicos o térmicos de prensado para su obtención. Procedente de cultivos ecológicos.
Composición
La manteca de karité es una grasa sólida debido a su alto contenido en ácidos grasos saturados e insaponificables:
- Ácido oleico (ω-6): 45%
- Ácido esteárico: 40%
- Ácido linolénico: 7%
- Ácido palmítico: 3%
- Ácido araquídico: 1,5%
- Fitoesteroles y tocoferoles
Beneficios directos sobre la piel
La manteca de karité es una grasa de color blanquecino con una consistencia cremosa que facilita su absorción. Actúa como un agente acondicionador dérmico al retener la humedad y disminuir la pérdida de agua al crear una barrera lisa y suave que sella la humedad en la superficie de la piel. Las altas concentraciones de ácidos grasos y vitaminas hacen que la manteca de karité sea un ingrediente cosmético ideal para suavizar la piel. Es una gran aliada contra el fotoenvejecimiento por su fuerte absorción de radiaciones UV y por sus propiedades antiirritantes. A todo ello, debemos sumar sus amplias propiedades antiinflamatorias y calmantes, reduciendo el enrojecimiento y la hinchazón.
Grado comodogénico
La manteca de karité está clasificada como NO comodogénica (clasificación nº 2) apto para pieles grasas o con tendencia acneica ya que no tapona los poros. Muy buena absorción, no engrasa la piel. Alta tolerancia en pieles sensibles y atópicas.